lunes, 4 de enero de 2010

Espiritualidad: Cuándo Dios habla de sí mismo...



Las religiones, Santa verdad, solo sirven para dividir al mundo. Mejor seamos espirituales, que a pesar del agnosticismo todo ser humano siente pasos de vez en cuando ante un ser (energía, potencia, sensación…) desconocido y poderoso. Espiritual y alegre, feliz, reposado (aunque con dipa), creo que así es el Año Laurel. Por eso quiero compartirles algunas analogías entre tres culturas religiosas cuando se trata de hablar de Dios.

La revelación de Dios es algo muy discutido en la teología, pues implica entre otras cosas tratar temas delicados como la Verdad, el Mensaje y la legitimación de sus profetas; pero, por lo general, la revelación de Dios ocurre en momentos específicos, con personas específicas y lo que Dios llegue a decir no contradice su mensaje, antes bien lo clarifica.

He aquí las analogías, que no diferencias: hay más cosas que unen que las que separan. Para los herederos de la tradición bíblica, Dios no “dice” de él sino que es una totalidad, “alfa y omega”, “principio y fin”. El Islam tiene una serie de dictados que son más bien ritualistas, indagando los epítetos del Señor como una forma de alabanza… ni hablar de los cabalistas judíos, enfrascados en entrar en la esencia divina a través de la búsqueda del Nombre de Dios. Para no aburrirlos, y retomando el Bhagavad Gitá, quisiera dejarles lo que para los hinduistas es Krisna en palabras del propio Krisna. Como repito, la revelación de la divinidad no es un asunto fácil (pensemos en los médiums, los trances, el mago-sacerdote o el culto oracular), pero ciertamente, los versos del capítulo VII son especialmente hermosos, llenos de poesía cósmica, del Vacio trascendental y lo que temerariamente podría llamar, definición magistral de lo que el ser humano puede concebir propio de seres divinos. Y… cosa increíble para nuestra tradición occidental: en Dios-Krisna está todo el bien y todo el mal.

Con buenos deseos para el año, disfruten esta brevísima selección:


De todo lo que es material y de todo lo que es espiritual en este mundo, sabed por cierto que Yo soy tanto su origen como su disolución. [6]


¡Oh hijo de Kunti [Arjuna]! Yo soy el sabor del agua, la luz del sol y de la luna, la sílaba om en los mantras védicos; Soy el sonido en el éter y la habilidad en el hombre. [8]


Yo soy la fragancia original de la tierra y Soy el calor del fuego. Yo soy la vida de todo cuanto vive y soy la penitencias de todos los poetas. [9]


¡Oh hijo de Prtha! Sabed que Yo soy la semilla original de toda la existencia, la inteligencia de los inteligentes, y el poder de todos los hombres poderosos. [10]


Todos los estados de la existencia –ya sean en la bondad, la pasión o la ignorancia– se manifiestan mediante Mi energía. En un sentido Yo soy todo, pero Soy independiente. Yo no estoy bajo el influjo de las modalidades de esa naturaleza material. [12]


La inteligencia, el conocimiento, el librarse de la duda y estar alucinado, el perdón, la veracidad, el autocontrol y la tranquilidad, el placer y el dolor, el nacimiento, la muerte, el temor, la ausencia del temor, la no violencia, la ecuanimidad, la satisfacción, la austeridad, la caridad, la fama y la infamia son creados tan solo por Mí. [4-5, cap. X]

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