lunes, 31 de agosto de 2009

Marisa Monte: O Bonde do Dom

Después de que Emanuel pudo regresar a la vida a ésta computadora, sigo con mis pendientes. He estado escuchando mucha música colonial, lo que me hace pensar en que el alma mexicana está ya hecha a partir del siglo XVII... en fin, debo escribir muchas más cosas sobre música pero apenas estoy en el proceso de documentación.
Ya que Óscar se fue de largo con su post de la Samba, les dejo una cancioncita de Marisa Monte. (Señor Óscar, aquí suena eso que dice es como un"chimpancé haciendo sus cositas") compuesta por su mancuerna favorita: Arnaldo Antunes, Carlinhos Brown y ella misma. Sólo puedo decir que el portugués es un gran idioma, y que la llamada Musica Popular Brasileña (MPB) tiene armas para soprender a más de un curioso, sobre todo con sus últimas fusiones: jazz, lounge, rock, psychadelic, etc. En fin, ojalá les guste tanto como a mí, sobre todo por eso de

Trabalho em samba e não posso reclamar
Vivo cantando só para te tocar

Y claro, a una aspiración "legítima":

Todo dia
Vivo pensando em casar
Juntar as rimas como um pobre popular
Subir na vida com você em meu altar
Sigo tocando só para te cantar


viernes, 28 de agosto de 2009

Ángeles

En septiembre, los católicos celebran sobremanera a los Ángeles, los seres más complicados de las religiones por estar entre lo divino y lo profano. Un texto católico (pero no estoy seguro si el Breviario o un misal mensual) dice sobre éstos seres:

El nombre de “Ángel” designa la función, no el Ser del que lo lleva, por eso no siempre pueden ser llamados “ángeles”, ya que solamente lo son cuando ejercen su oficio de mensajeros. Los que transmiten mensajes de menor importancia se llaman Ángeles. Los que anuncian cosas de gran trascendencia se llaman Arcángeles. A través de sus nombres conocemos cual es su misión específica para la cual son enviados: así, Miguel significa “Quién como Dios”; Gabriel significa “Fortaleza de Dios” y Rafael significa “Medicina de Dios”.


Los judíos sin embargo no son tan técnicos con los ángeles y más bien los envuelven con misticismo e inescrutabilidad, pues “cada palabra que sale de los labios de Dios crea un ángel”. Los ángeles, “ministros de la voluntad divina” que mencionan los textos talmúdicos tienen una grandiosidad y belleza que no tienen los de la tradición católica. Dice un texto:


Cuando los ángeles, ministros de la voluntad divina, descienden sobre la tierra, son rayos y vientos. Ante el trono celeste son todo fuego.

Alrededor del trono divino hay cuatro grupos angélicos: a la derecha está el de Miguel, a la izquierda el de Gabriel, el de Ariel está delante, y detrás el grupo de Rafael.

Y todos perpetuamente salmodian a Dios.

Y con esa belleza poderosa, sólo hay que agregar el genio literario para crear imágenes perdurables (exclúyanse las cursilerías que lo han tomado prestado) como la que creo Mario Benedetti: “cuando los ángeles hacen el amor, llueve en la tierra”.

lunes, 24 de agosto de 2009

Mujeres sexys: insinuar


“Un cuerpo desnudo es un cuerpo perdido”, oí decir un día. Y es que entre los secretos inescrutables del erotismo, se sabe perfectamente que la magia se pierde mientras más se conoce; mientras más adelantos hay de esa región que ha de ser sobre todo, insinuante.

Una lista de mujeres insinuantes sería cosa absurda siquiera de imaginarla. A la insinuación, sensualidad, mágico erotismo o cualquier otro cliché de la seducción no se le puede encerrar en números y categorías. Es mentira que exista la mujer más sexy del mundo.

Hay que detenerse para ver el encanto: la prestidigitación de mostrar un milímetro menos de piel antes del desnudo total, o seguir la línea de unas piernas, la silueta general de una sombra, el encanto caminante en las calles, para poder discernir si estamos ante un cuerpo más o ante un cuerpo perdido. Por eso se agradece que aún hayan quienes se nieguen al desnudo explícito; y por eso, entre la divinización física y la lejanía terrestre van desfilando mujeres de la talla de Adriana Lima, llevando a cuestas sus secretos pero mostrando infinitas conjeturas en los ojos.

Claro que los ojos son órganos en los que tengo una fijación muy especial, pero mi forma de captar la auténtica seducción no puede reducirse a un cuerpo hermoso que para colmo, esté completamente desnudo. Por la debida atención que merece el captar el alto sentido de la insinuación erótica, no puedo elaborar como en muchos lugares, una lista de bellezas, ni perderme en los lugares comunes de muslos, senos o despampanantes caderas a reventar de plástico de las infinitas “estrellas” del momento.

Hay que tomarse su tiempo, observar su mirada y saber si aún queda magia o solo un truco maal vendido.

martes, 18 de agosto de 2009

V de Venganza


Después de algunas dudas, me convencieron de ver V for Vendetta, una película del 2006 inspirada en la novela gráfica de Allan Moore, dirigida por James McTeiguen y con guión de los hermanos Wachowski. Aunque había visto fragmentos, me chocaba que el personaje usara una máscara bastante ridícula: blanca, con una risa burlona, bigotes exagerados y hasta chapitas; pero ya al verla con detalle y metiéndose en la trama, supe que la mentada máscara está inspirada en Guy Fawkes, el conspirador católico del siglo XVIII que pretendió hacer estallar el Parlamento y pasó a la historia por dicha conspiración y por la Noche de las Hogueras, que rememora su ajusticiamiento.

La película, contra mi inicial disgusto, me atrapó. Pero más que por los recursos gráficos, o por la verborrea del misterioso V que parecen interpolaciones de John Donne (hermoso el poema Remember, remember, the fifth of november…), por la ácida parodia de los sistemas políticos.

La película es otra invención sobre un probable futuro dominado por un grupo fascista que se encarga de “dirigir” la vida de sus ciudadanos a todos los niveles. Represión moral, inquisición sobre la cultura, voyerismo bajo la idea de protección y el sobajamiento del pueblo son el pan de cada día en esa Inglaterra futurista que sin embargo es la representación de toda la humanidad.

Polibio nos dejó la idea de que los sistemas de gobierno son cíclicos, y que de la democracia hay un paso a la tiranía. En un mundo como el de hoy, con tanta violencia e inseguridad, cualquier ciudadano cedería con gusto sus libertades a cambio de seguridad, no solo física, sino económica. V for Vendetta es entonces esa espada de Damocles que pende sobre nuestra cabeza; una representación alegórica de un mundo donde la “moral” es ley y donde las buenas intenciones, al corromperse por una exagerada confianza en el valor de las ideas de los “líderes”, termina siendo una opresión fatal.

Y las otras razones para que la película terminara gustándome serían, la presencia de Natalie Portman, siempre cambiante en sus papeles (aunque algunos críticos consideran fría su actuación, infantil incluso), y que V aún cuando dirige su actuar por la venganza, invita a la población a que recupere lo más valioso que tiene, lo único que le da dignidad frente a los demás y con mayor razón frente a los tiranos: la razón, porque, “las ideas no mueren” y porque “este país necesita más que un edificio. Necesita esperanza”.

lunes, 17 de agosto de 2009

Babeando por Scarlett



¿Cuáles son las razones para babear por Scarlett Johansson? Las mías, para sumarme a los miles de fanáticos, comenzarían en realidad por el no se qué de la actriz danesa-americana que mezcla su voluptuosidad, la ambigüedad de su mirada y la fascinación de su cuerpo.

Sin embargo, no sólo es la arquitectura sexuada de su cuerpo, porque entonces sería una simple mujer buenona; una más en la constelación de mujeres plásticas con senos desafiantes y mirada entre perversa e inocente.

Para algunos admiradores, la Johansson es la versión contemporánea de Marilyn Monroe, y bueno, sí está entre las rubias deseables: nórdica, de labios sumamente sensuales y que tienen el cabello como extensión de su presencia; pero para mí, Scarlett va fusionando la larga tradición de rubias (¿qué sería?, desde Greta Garbo y un poco de Doris Day), actualiza eso de que “los caballeros las prefieren rubias” y es una mezcla entre lo más inocente de Ingrid Bergman y la desafiante Monroe que inauguró el imperio de Hugh Heffner.

Guillermo Cabrera Infante, maestro en la descripción de mujeres como Scarlett, hubiera escrito una picante, precisa (muy precisa) y candente descripción de la rubia por la que babeo, y más cuando no sólo es rubia sino de vez en vez una pelirroja agresiva o una morena en realidad un tanto seca. Pero el maestro ya no vive y siguiendo mi propia redacción, babeo y babearé por la Johansson que mezcla un cuerpo de 10, ojos penetrantes, la mirada profunda, esos ojos que a veces son verdes, a veces azules, el rarísimo juego de la nariz con los labios, unas piernas largas, caderas fuertes, pómulos exactos y lo camaleónicas que llegan a ser las mujeres con tan solo recogerse el cabello en una coleta (aunque, creo que la Scarlett más camaleónica sólo la he visto en algunos portafolios de Vogue y en Esquire).

Pero sobre todo, babeo por actitudes como la de Matchpoint, cuando Nola Rice enfrenta a Chris (Jonathan Rhys Meyers) fumando un cigarro y reduciéndolo a la estupidez con la seducción que le mana de los poros.

¡Oh Dios mío! Además hay muchas otras razones para envidiar a ese Chris…