Mostrando entradas con la etiqueta SCARLETT JOHANSSON. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta SCARLETT JOHANSSON. Mostrar todas las entradas

lunes, 19 de octubre de 2009

Folk, Scarlett, sentimientos...

Bueno, el folk es una corriente musical que apenas si sienta bien a los auténticos "emocionales", porque sus letras siempre hablan de los sentimientos de las personas, no tan agresivo como el rock, que es una declaratoria sin cortapisas ni tan cursilón como las baladas, que son melcocha que se debe dosificar.
Mi relación con el folk es una travesía de vericuetos que comenzó en 2007 a raíz de mi soltería a fuerzas. Los vericuetos se deben a que el folk es música en inglés, y comencé oyendo folk en español, de un demasiado folk Mikel Erentxun, aunque los resultados fueron excelentes para sentar emociones y ver pasar el tiempo, el desencanto y el desamor.
En fin, ahora del dejo una propuesta que lo reconozco, me gustó por ser algo de mi favorita Scarlett Johansson. Como actriz tiene sus momentos en que uno duda, como cantante, es mejor dudar doblemente, pero es hermosa, la adoro y al final su single "Relator" es como un momento para dejarse llevar por los demás, sacar el lado fresa y escuchar con audífonos en un día cualquiera cuando nos entra una ligera depre.


lunes, 17 de agosto de 2009

Babeando por Scarlett



¿Cuáles son las razones para babear por Scarlett Johansson? Las mías, para sumarme a los miles de fanáticos, comenzarían en realidad por el no se qué de la actriz danesa-americana que mezcla su voluptuosidad, la ambigüedad de su mirada y la fascinación de su cuerpo.

Sin embargo, no sólo es la arquitectura sexuada de su cuerpo, porque entonces sería una simple mujer buenona; una más en la constelación de mujeres plásticas con senos desafiantes y mirada entre perversa e inocente.

Para algunos admiradores, la Johansson es la versión contemporánea de Marilyn Monroe, y bueno, sí está entre las rubias deseables: nórdica, de labios sumamente sensuales y que tienen el cabello como extensión de su presencia; pero para mí, Scarlett va fusionando la larga tradición de rubias (¿qué sería?, desde Greta Garbo y un poco de Doris Day), actualiza eso de que “los caballeros las prefieren rubias” y es una mezcla entre lo más inocente de Ingrid Bergman y la desafiante Monroe que inauguró el imperio de Hugh Heffner.

Guillermo Cabrera Infante, maestro en la descripción de mujeres como Scarlett, hubiera escrito una picante, precisa (muy precisa) y candente descripción de la rubia por la que babeo, y más cuando no sólo es rubia sino de vez en vez una pelirroja agresiva o una morena en realidad un tanto seca. Pero el maestro ya no vive y siguiendo mi propia redacción, babeo y babearé por la Johansson que mezcla un cuerpo de 10, ojos penetrantes, la mirada profunda, esos ojos que a veces son verdes, a veces azules, el rarísimo juego de la nariz con los labios, unas piernas largas, caderas fuertes, pómulos exactos y lo camaleónicas que llegan a ser las mujeres con tan solo recogerse el cabello en una coleta (aunque, creo que la Scarlett más camaleónica sólo la he visto en algunos portafolios de Vogue y en Esquire).

Pero sobre todo, babeo por actitudes como la de Matchpoint, cuando Nola Rice enfrenta a Chris (Jonathan Rhys Meyers) fumando un cigarro y reduciéndolo a la estupidez con la seducción que le mana de los poros.

¡Oh Dios mío! Además hay muchas otras razones para envidiar a ese Chris…