¿Qué ha sucedido? Perder la libreta fue perder un poco de memoria, aunque también obliga a que la cabeza trabaje. Entrar en un estado de rareza total, hace mucho no sentido, es lo de hoy. Si tú lees esto ya sabrás a qué me refiero.
Pero ¡albricias! estoy comenzando nueva libreta y qué mejor que volver al bucolismo. De todo lo que se contamina al abusar de la palabra "amor", lo más inalterado es mi amor al campo, una profunda devoción que me acompaña desde niño y que me ayuda a salir a flote.
¿Han abrazado a un árbol? Deberían hacerlo. Cerrar los ojos para un budismo ad hoc y sentir el paso del viento, los olores de cada estación y los sonidos de la tierra sería el complemento. Nada de spas, nada de jugar Farm Ville en Facebook; vayan a lo más cercano a un Campo y déjense llevar por el ambiente.
A pesar de mis angustias y rarezas, hay tiempo para la lectura. Por el Campo volví a mis clásicos, a recoger de Virgilio el fondo sentimental de las yugadas de tierra, a querer, como él, dejar botado todo compromiso en la ciudad para estar en su finca sembrando limones. Por el campo, por mi rareza, volver a Landívar, el guatemalteco que describió el Jorullo y los trabajos de abejas y castores. Por el desma que traigo dentro de mí, ayer volví a Tibulo, leyéndolo en los rincones más inusitados del pueblo.
Ea.. ahí me tienen, en el rincón del atrio, frente a los volcanes y a punto de perderse el día. Leyendo para luego repetir,
Que bien se vivía cuando era Saturno el rey, antes
de que en largos caminos la tierra se extendiera...
No tenían puertas las casas, no piedras hubo en los campos
fijas, que en ciertos límites las siembras dividieran...
de que en largos caminos la tierra se extendiera...
No tenían puertas las casas, no piedras hubo en los campos
fijas, que en ciertos límites las siembras dividieran...
Poesía. Siempre rescata al más derrumbado y confuso de los hombres.
Imagen final: no en balde se fundó el pueblo en una loma. A punto del Invierno, el sol se oculta entre los montes del poniente, justo enmedio; el sol se va a dormir a El Jardín...
Y el Popo... ¡diablo de volcán! tiene distintas caras... y siempre se está riendo de uno.
Perder en muchas ocasiones es ganar, la libreta perdida te traera ganancias. Tiene mucho que no escribia en esta orilla aunque la leeo siempre, bienaventurado usted frente al volcán, deje que se burle y acompañelo en su risa.
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